28 Ago Chaquetas ventiladas para conducir con altas temperaturas
VÍCTOR GANCEDO
Cuando aprieta el calor, muchos de los que montamos en moto descuidamos nuestro equipamiento. Sin embargo, además de ir protegidos, si utilizamos una buena chaqueta de verano, es probable que pasemos menos calor al no recibir directamente los rayos del sol ni el aire caliente. Por tanto, es muy aconsejable utilizar una chaqueta especial para esta época del año.
Utilizar nuestra moto en verano no debe suponer que bajemos la guardia en cuanto a equipamiento y protección. Es aconsejable que utilicemos el atuendo adecuado siempre que nos pongamos a los mandos de nuestra moto y esta estación del año no debe ser una excepción. Está claro que conducir una moto en días calurosos con una prenda de invierno puede llegar a ser muy sofocante, por lo que lo correcto es utilizar una chaqueta adecuada para los meses calurosos.
No se debe montar en moto en camiseta, pantalones cortos, calzado abierto y sin guantes. Incluso, en ocasiones todavía se ven conductores que hasta prescinden del uso del casco. Siempre debemos pensar en nuestra seguridad y aunque las chaquetas de verano son más finas y ligeras, están ideadas para ofrecer un grado de seguridad óptimo en caso de que suframos una caída, pues combinan tejidos que permiten la circulación del aire con otros más resistentes en las zonas más expuestas. Igualmente cuentan con protecciones interiores que absorben una buena parte de los posibles impactos.
También es cierto que existen chaquetas de cordura que están desarrolladas para ser utilizadas indistintamente durante las cuatro estaciones del año. Estas son aquellas que en su interior incluyen un forro térmico y en ocasiones, un segundo forro impermeable, los cuales pueden ser “desmontados” cuando llega el calor. Además, este tipo de chaquetas acostumbran a incluir cierres por cremallera en distintos puntos como pecho, axilas, mangas o espalda, que se pueden abrir a modo de “ventanas” y así permitir la circulación del aire, proporcionando a su usuario una gran sensación de frescor al conducir una moto. En este caso, será mejor si las cremalleras están dotadas con tiradores apropiados para que sea fácil utilizarlos con los guantes puestos. Así podremos aprovechar una recta o alguna parada rápida para abrir o cerrar las mencionadas cremalleras sin quitarnos los guantes.
Del mismo modo, existen chaquetas específicas para ser utilizadas en los días más calurosos del año, aunque esto también obliga a hacer un desembolso económico mayor, al tener que disponer de dos chaquetas como mínimo, una para días fríos y otra para los más calurosos. De todos modos, las chaquetas de verano realizadas en cordura o tejido de nylon no suponen un coste excesivo, y entre 100 y 200 euros podemos encontrar un variado surtido. Estas prendas, considerablemente más ligeras y cómodas, son las que habitualmente llamamos “ventiladas”. Acostumbran a combinar piezas de malla perforada de poliéster en la parte del pecho y de la espalda, y a lo mejor también en alguna zona de las mangas, con otra cordura más resistente a la abrasión en las zonas más expuestas. La citada malla o rejilla perforada deja que el aire circule, refrigerando continuamente la parte superior de nuestro cuerpo, sin que tengamos que estar pendientes de abrir y de cerrar cremalleras. Lo más habitual es que no incluyan ningún tipo de forro interno desmontable, pero sí es cierto que algunas de ellas vienen muy bien preparadas y cuentan con un bolsillo en el que esconden un chubasquero para ponernos por encima si nos sorprende la lluvia. Del mismo modo, lo podremos utilizar a modo de cortavientos en el caso de que se produzca una bajada de temperatura imprevista o se nos haga de noche. En el caso de que no incluyan el citado chubasquero, no está de más ser previsores y adquirir uno por separado para combinarlo con la chaqueta de verano en el caso de que sea necesario. Y más especialmente si tenemos pensado viajar con ella.
Por supuesto, a la hora de comprar una chaqueta “ventilada”, es muy importante elegir la talla adecuada. Conviene que nos quede ligeramente suelta para que no se ciña en exceso a nuestro cuerpo y así permitir que el aire circule sin barreras. Tampoco deberá quedarnos demasiado grande, porque al estar confeccionada con tejidos ligeros, si nos queda muy holgada puede agitarse y producir molestos golpeteos contra nuestro torso al circular a ritmos alegres o al mantener velocidades altas continuadas por vías rápidas.
Además de elegir la talla correcta y más a aún si se trata de una chaqueta “cuatro estaciones” desprovista de su forro o forros internos, es importante que posea distintos tirantes para poderla ajustar de la manera adecuada a nuestros brazos y cintura. De esta manera evitaremos que se agite y ondee en exceso con el aire de la marcha. Asimismo conviene que en zonas como antebrazos, codos y hombros, cuente con una cordura más tupida y resistente (cuero incluso) para protegernos debidamente en caso de caída. Y, por supuesto, que incluya protecciones desmontables en codos, hombros y, a ser posible, espalda. En ocasiones, la espaldera no suele estar incluida en el precio, pero es un extra muy recomendable de añadir.
Aunque no son igual de frescas que las chaquetas “ventiladas” de cordura, también existen chaquetas de cuero “ligeras” confeccionadas para que sean utilizadas en días con temperaturas altas. Estas incorporan algunas de sus piezas realizadas en cuero perforado, que se caracteriza por tener muchos agujeros pequeños que permiten que el aire lo traspase y que circule en cierta medida. Además, es probable que algunas cuenten con aberturas provistas de cremallera para facilitar aún más la entrada del aire. Son algo más pesadas y no transmiten la frescura de una chaqueta de cordura “ventilada”, pero a su favor hay que decir que en caso de caída el grado de protección que ofrecen es considerablemente mayor.
De este modo, queda claro que la oferta de chaquetas de verano que existe en el mercado es realmente variada y amplia. Por tanto, no hay excusa para conducir una moto durante los meses más calurosos sin ir equipados con una prenda adecuada para la ocasión.