
12 Ago Camelback para moto
Judit Florensa
Sois muchos los que disfrutáis de la moto en verano, especialmente en vacaciones, donde resulta ser una alternativa buenísima para recorrer todos los lugares del mundo. Hoy profundizaremos en el tema de la hidratación y los distintos sistemas que tienes en el mercado, una cuestión de vital importancia en esta época tan calurosa. La deshidratación es uno de los peligros a los que nos enfrentamos cuando vamos en moto y al que no se le suele prestar tanta atención. Todos somos muy conscientes de lo que supone tener un accidente, de las lesiones y abrasiones que podemos sufrir en caso de caída o despiste, pero no tenemos el mismo respeto por el asunto que nos ocupa hoy. Parece inofensiva pero es todo lo contrario.
No esperes a tener síntomas de deshidratación
Cuando circulamos debemos estar muy pendientes de lo que pasa alrededor, pero también de la información que nos va transmitiendo nuestro cuerpo. A veces no lo analizamos lo suficiente porque vamos con prisa a todos lados. Es primordial prestar atención a los diferentes indicadores que nos avisan de que necesitamos hidratarnos más, como es la sensación de sed intensa, mucho cansancio, boca seca o la orina de un color más oscuro de lo habitual.
Las consecuencias de no hidratarnos correctamente
La deshidratación tiene consecuencias que pueden resultar muy peligrosas cuando vamos en moto. Disminuyen los reflejos, nos cansamos mucho antes y más de lo normal y podemos sentirnos algo mareados. Perdemos facultades y eso compromete nuestra seguridad y capacidad de atención, concentración y reacción. Y ya sabéis que los errores en moto se pueden pagar muy caros.
Por cierto, no sirve cualquier líquido. Decántate por el agua y evita a toda costa las bebidas azucaradas porque te podrían deshidratar con mayor rapidez. Si estamos hablando de casos más concretos de grandes esfuerzos o en contexto de competición, sí que estaría recomendado añadir algún tipo de suplemento, como sales o electrolitos.
Soluciones en el mercado
Además de aprovechar las paradas habituales para ir al baño e hidratarte, tienes la posibilidad de optar por una solución que te permita ir bebiendo durante el trayecto y, por lo tanto, reducir en gran medida todos los efectos que hemos comentado anteriormente.
Los camelbacks – o mochilas de hidratación – son una opción muy buena para hidratarte en marcha. Es posible que muchos lo asociéis al mundo de la competición porque son disciplinas de gran exigencia física en las que los pilotos necesitan beber para compensar el líquido que pierden, aguantar el sobreesfuerzo constante al que se someten y, sobre todo, porque no pueden parar. Una de las competiciones en las que seguro que lo habéis visto es la prueba más dura del mundo, el Rally Dakar.
Poco a poco va creciendo el uso en el día a día y también en rutas y viajes. Aunque podamos parar, siempre es más cómodo ir haciendo pequeños sorbos para no llegar a tener la sensación de sed. Piensa en la alternativa que se adapte mejor a lo que necesitas porque encontrarás distintas características, resistencias y capacidades.
Opciones a elegir
Las mochilas de hidratación o camelback suelen ser una de las alternativas más habituales. Son las que se llevan en la espalda y, además del espacio para el depósito o bolsa de agua, incluyen distintos compartimentos para que puedas almacenar otros objetos, como herramientas básicas o snacks. Existen otras que se atan a las lumbares, aunque estamos hablando de casos en los que se limitan a ser un portabotellas que no te permiten beber en marcha. Por lo general, los camelbacks están confeccionados de tejidos antihumedad para evitar que sudes más de la cuenta en la zona de la mochila que está en contacto con la espalda. Hay algunos muy ligeros que cuentan con partes ventiladas y otros que incluyen protecciones integradas, que además están homologadas y añaden un plus de seguridad. Por otro lado, es importante que la mochila cuente con correas cruzadas que permitan un ajuste óptimo en el pecho y en la cintura para evitar que se vaya moviendo y nos golpeen cuando vamos a altas velocidades.
Pero no todo son las mochilas. Otra alternativa son los sistemas de hidratación que están integrados en la chaqueta de moto. Hay algunos modelos, especialmente los que están pensados para un uso trail, que incorporan huecos para añadir las bolsas de líquido. Pregunta por esta característica cuando vayas a comprar la chaqueta. Algunas veces ya incluyen todo el kit y en otras es un accesorio que puedes incorporar. En caso de que ya dispongas de una bolsa de agua, asegúrate de que el compartimento sea compatible, ya que suelen ser espacios reducidos con una capacidad aproximada de 1,5 litros. Te ahorras la necesidad de llevar una mochila externa, aunque tiene otros aspectos que le quitan algo de practicidad. Por un lado, son de capacidad limitada y resultan algo más engorrosas a la hora de sacarla y volverla a poner en el hueco habilitado cuando tienes que rellenarla.
Las bolsas de agua son una opción básica que puedes encontrar como parte de una mochila o chaqueta o bien como un componente independiente. Las hay de distintos tamaños, que pueden oscilar entre los 1,5 y 10 litros. Cuentan con un tubo y una boquilla, que también pueden formar parte o no de un kit. Es importante que la bolsa cuente con aislante térmico y que la boquilla tenga una cubierta que la proteja y aísle.
Posibles contratiempos
Los sistemas de hidratación integrados son muy útiles pero hay que tener en cuenta una serie de inconvenientes o problemas. Uno de ellos es que la boquilla se puede ensuciar y esto también afecta de lleno al sabor del agua. Es una situación que se da de forma más habitual en un uso off road, especialmente en pistas con mucho polvo o cuando vamos detrás de otro motero. Además, recomendamos que laves la bolsa antes del primer uso y que la guardes abierta y seca para impedir que se llegue a formar moho.
Otro de los contratiempos que se pueden dar habitualmente en estas fechas y condiciones de altas temperaturas es que el agua se caliente rápidamente y resulte hasta desagradable beberla. Una posible solución es congelar la bolsa parcialmente llena para que aguante fresca el máximo tiempo posible o bien, como hemos comentado con anterioridad, que cuente con aislante térmico.
Otros consejos
Nos gusta acabar los reportajes haciendo algunas recomendaciones y esta vez no va a ser una excepción. Si tienes previsto adquirir una mochila de hidratación, decántate por alguna que añada elementos reflectantes para mejorar tu visibilidad en condiciones de poca luz. Hay muchos diseños y es posible que alguno de ellos te llame la atención, pero si cuenta con este detalle, mejor que mejor.
Por otro lado, evita las horas de calor más intenso, que normalmente se suelen dar entre las 12 y las 17 horas. Si estás haciendo un viaje, haz descansos más a menudo y procura mirar la previsión del tiempo para tener una idea de lo que te vas a encontrar en cada jornada. De esta forma podrás evitar los días más extremos y críticos, como las olas de calor. Y no te olvides de elegir la equipación adecuada para estas condiciones de verano, con materiales y elementos de ventilación pensados para evitar la incomodidad de las altas temperaturas en la medida de lo posible.