16 Ene Huelva: Mineros y marineros
GUSTAVO CUERVO
La provincia de Huelva ofrece la dualidad de sus pueblos mineros en las montañas y los marineros en la costa. Una ruta completa a la provincia nos descubrirá todos sus alicientes.
Comienza este recorrido al borde del Océano Atlántico con los magníficos atractivos culturales que rodean la desembocadura del río Tinto, donde la historia de España ofrece uno de sus escenarios más memorables. El pueblo de Moguer (pueblo blanco como el migajón) de donde salió Cristóbal Colón en busca de la Indias con el hermoso convento de la Rábida cuenta con el Muelle de las Carabelas, un conjunto excepcional para conocer los detalles de la expedición marítima más influyente de la historia universal. La réplica de las carabelas y la nave capitana utilizada por Cristóbal Colón permiten hacerse una idea de la gesta de cruzar el océano en dirección oeste sin saber lo que se encontrarían ni la dimensión exacta del hasta entonces «Océano Tenebroso». El museo, monasterio, y los jardines completan esta primera visita cultural. Estamos en la desembocadura de los ríos más importantes de Huelva, un lugar para disfrutar de la llana naturaleza, de aguas y tierras donde la unión de los ríos Tinto y Odiel conforman la llamada Punta del Sebo presidida por una gigantesca figura de Colón que mira hacia el Atlántico.
ARRANCAMOS
Nos subimos a la moto y tomamos rumbo Este. La carretera que surcamos es una larga recta que corre paralela a la costa. El litoral es una playa continua, pero no se ve desde la ruta, pues la separa una gran barra de arena con dunas. Al final de la playa Matalascañas, se sitúa en un extremo el Parque Nacional de Doñana.
Doñana es la joya de la corona de los parques nacionales de Andalucía. Parte de las marismas se pueden observar desde la misma carretera que lleva hasta el Rocío, lugar de vistas privilegiadas. Si quieres conocerlo en profundidad deberás tomar parte de las excursiones organizadas en 4×4 al interior del Parque Nacional.
Al borde de las marismas, El Rocío, una aldea de Almonte con su afamada iglesia donde se venera la Virgen del Rocío, que por aquí llaman cariñosamente la Blanca Paloma. Es este rincón andaluz punto de encuentro para una de las celebraciones populares religiosas más multitudinarias y pasionales de España. Las romerías de las cofradías por los caminos con sus caballos y carreteras engalanadas, el salto de la verja, la procesión y un ambiente singular se despliegan todas las primaveras al borde de las marismas del Guadalquivir. En el Rocío todas las calles son de tierra manteniendo su estado tradicional de pueblo marismeño adecuado para el tráfico de caballos más que de automóviles.
La ruta en moto continúa hacia el norte introduciéndose poco a poco en las sierras onubenses y atravesando la comarca de El Condado con sus vinos, que tienen denominación de origen. Forma parte de la sierra de Huelva, que dentro de su conjunto de suaves montañas ofrecen algunos de los mejores tramos de carretera para ir en moto de toda Andalucía. Buenos asfaltos y trazados sinuosos, pero sin exagerar, escaso tráfico y alicientes magníficos tanto naturales como culturales, hacen de las últimas estribaciones de Sierra Morena por Occidente un autentico paraíso para el moto-turismo. Valverde del Camino es el punto de partida del tramo más revirado. Valverde es conocida por sus botos camperos, que tienen fama de ser los mejores de Andalucía, complementados con una importante industria de cuero artesanal. Los 22 kilómetros que separan Valverde de Zalamea con suaves curvas ya predisponen el ánimo para los tramos más sinuosos de montaña que se enlazaran a continuación, pero antes de meterse plenamente en faena, nada como dedicarle unas horas a la visita de las Minas de río Tinto.
Las minas más grandes de España a cielo abierto con sus gigantescos tajos, ya explotados desde tiempos de los fenicios, sorprenden hasta los viajeros más exigentes. El museo minero o el tren turístico que te lleva por un paraje de aspecto extraterrestre, son dos de las actividades fundamentales para comprender la dimensión real de estas milenarias explotaciones.
La ruta continúa por A-461 y A-479, una preciosa carretera saturada de virajes y de magnífico paisaje hasta alcanzar Aracena, capital serrana que era, a finales del siglo XV, la entidad urbanística más poblada de la provincia de Huelva. El castillo desde el que se tienen magníficas vistas y la Cueva de las Maravillas con un nombre que ya lo dice todo. Se continúa hacia poniente y Jabugo, pues apenas hay 16 km o algunos más si lo haces por la menos transitada A-470 pasando por Aguafría. En cualquier dirección que tomes las carreteras de la sierra de Aracena te regalaran con gratificantes paisajes y buenas curvas enlazadas.
Rumbo oeste por la N-433 se ven a los bordes de la ruta cerdos ibéricos criados en montanera, es decir vagando libres por las dehesas. Son la tarjeta de presentación de Jabugo. Aquí tienen a gala producir los más afamados jamones ibéricos serranos de España, otra parada obligatoria, aunque solo sea para tomar una tapita de tan exquisita especialidad.
A continuación, la carretera N-435 viaja directa hacia Huelva, y es un tramo magnífico, pero aún queda mucha carretera para disfrutar en el occidente de la provincia de Huelva. Es la sierra onubense, un biotopo mediterráneo con abundancia de aves, incluidas las más poderosas rapaces que normalmente encontrarás sobrevolando los picos. Es la Reserva Natural de la Sierra de Aracena y los Picos de Aroche. Unas cuantas pistas de gran longitud permiten a las motos trail recorrer el campo para enlazar por ejemplo Cabezas Rubias con Aroche (Camino H-9002). Estas desconocidas montañas del poniente de Sierra Morena constituyen uno de los parajes naturales mejor conservados de Andalucía y sin duda entre los menos visitados.
Aroche tiene un castillo que perteneció al reino de Sevilla y un abigarrado caserío mientras la ruta continúa hacia el oeste por N-433 en dirección a la fronteriza población de Rosal de la Frontera. Aquí cambiamos el rumbo enfilando el sur y la lejana costa por la A-443 en busca de la primera referencia a Santa Bárbara. Muy poco tráfico siguiendo una bella carretera donde las curvas suaves se suceden atravesado un paisaje serranos cada vez más dulces y allanados.
En esta zona también encontramos otra referencia histórica, Tharsis con sus minas que se citan entre las más antiguas de España, lo que nos lleva a los tiempos de los fenicios y poco más adelante Alosno, cuna del fandango. Ya de nuevo en la costa, Ayamonte es ciudad frontera separada de Portugal por el caudaloso Guadiana. El puente de la autovía A 49 es la forma más habitual de cruzar el río y entrar en Portugal pero la más romántica y turística es utilizar el ferry que conecta Ayamonte con Vila Real de San Antonio.
PARTE FINAL DE LA RUTA
De regreso hacia Huelva por la costa primero pasamos por Isla Cristina. Cuyos orígenes se remontan a la fundación de una colonia pesquera por catalanes y valencianos tras el terremoto de Lisboa en 1755. La pesca fue el principal motivo del asentamiento y su puerto tiene una notable actividad. En esta zona se brinda un aliciente muy especial a los amantes de las puestas de sol, La Ruta de los atardeceres cuando el sol se hunde entre el mar y la tierra en estos rincones que han servido de inspiración a prestigiosos poetas. Las tonalidades rojizas combinadas con los azules del océano y las doradas arenas, sin duda una magnífica fuente de inspiración y un recuerdo inolvidable en tu viaje por Huelva.
GASTRONOMÍA DE HUELVA
En la gastronomía onubense el jamón de jabugo esta considerado por muchos especialistas como el mejor de toda la Península. Título difícil de conseguir y mantener ante rivales poderosos como Guijuelo (Salamanca) Trevelez (Granada) y Jerez de los Caballeros (Badajoz) por solo citar algunos. Aseguran que es el exclusivo aire serrano de la sierra de Huelva, lo que acaba por dar el toque perfecto a los cuartos traseros de sus cerdos, criados en montanera. Más no solo se curan bien los jamones; chorizos y lomos también adquieren un sabor perfecto en las sierras onubeneses. Como platos fuertes regionales hay que destacar: guisos a base de cerdo ibérico, caldereta de cordero, setas en temporada y platos de caza menor, conejo y perdiz. En la costa variada gama de pescado: pargo, dorada, sargo, corvina, atún, rape, boquerón sardina, raya en pimentón, langostinos, cigalas y gambas. En los postres: hornazos de Pascua, roscos de Andévalo, piñonates y arrope.