02 Dic Mantenimiento del casco
Judit Florensa
El casco es uno de los principales elementos de seguridad cuando vamos en moto. Es importante hacer un buen mantenimiento y para ello debemos tener en cuenta una serie de cuestiones. Haz una buena revisión de su estado y no te centres solo en la suciedad, también en los posibles golpes o daños que pueda tener, especialmente si has tenido algún incidente o, por ejemplo, si se te ha caído al suelo. Presta atención a las partes móviles, como las entradas de aire y sistemas de cierre, que son los que se pueden deteriorar o romper con mayor facilidad. Examina tu casco, mantenlo limpio, sé cuidadoso a la hora de manipularlo y guárdalo siempre en su funda correspondiente. Así lo conservarás mejor, mantendrás intactas sus cualidades y alargarás su vida útil.
El lavado nos ayudará en esta cuestión y será más superficial o intenso en función de la suciedad que acumule y de la asiduidad y tipo de uso que hagamos. No es lo mismo volver de un fin de semana de tandas en circuito que ponértelo puntualmente para ir de pasajero. Tampoco lo es pegarte un viaje en moto en vacaciones o desplazarte solo algunos meses por la ciudad. Por no hablar de un uso mixto o solo centrado en trayectos urbanos. A continuación detallaremos los pasos a seguir para mantenerlo lo más limpio posible.
Primer paso: desmonta tu casco
Te recomendamos hacer una limpieza completa y profunda un par de veces al año aunque, como acabamos de comentar, dependerá de las condiciones y el uso que hagas. Ten en cuenta que hay una serie de partes más delicadas – como los elementos móviles y otras piezas extraíbles – y que debemos adaptar la técnica y los productos utilizados a cada una de ellas.
Para empezar, desmonta todos los dispositivos o gadgets que lleves, como intercomunicadores, micrófonos o cámaras. Acto seguido, retira con cuidado los interiores acolchados. Las marcas de casco usan diferentes sistemas de anclaje, con mayor o menor rigidez, por lo que te aconsejamos buscar la forma de hacer esta maniobra sin pegar tirones fuertes que dañen o rompan estos puntos de fijación.
Cuando tengas la calota completamente desmontada y libre de gadgets y espumas, puedes meterla en un barreño y limpiarla cuidadosamente con un trapo adecuado si es que quieres hacer una limpieza profunda. Ten en cuenta que esto también dependerá del tipo de casco porque no todos se pueden desmontar hasta este punto. Hecho este matiz, si el agua sale muy sucia, cámbiala para hacer lo propio con los acolchados. Si estás lavando los interiores de un casco de motocross, seguramente tengas que repetir la operación en más ocasiones porque están muy expuestos a la suciedad y suelen acumular una gran cantidad de polvo o barro.
Por último, deja el tiempo necesario para que se seque al aire y no lo pongas directamente al sol. Para tu tranquilidad, puedes consultar los consejos y recomendaciones del fabricante de tu casco o buscar la etiqueta donde indique los detalles sobre esta cuestión. Allí destacarán asuntos como si se pueden o no meter a la secadora o bien si se pueden limpiar en la lavadora con agua fría y un programa delicado.
Presta atención a la visera de tu casco
La visera es otro de los elementos que tenemos que sacar para limpiarla con delicadeza y evitar rayarla porque, con el paso del tiempo, perderíamos visibilidad. La podemos mantener en buenas condiciones en el día a día pero si estás haciendo un lavado profundo, te aconsejamos que la desmontes. En el caso de que lleves pinlock – o membrana antivaho –, verifica si realmente vale la pena o no sacarla. Esta lámina está pegada de forma hermética en el interior de la visera, por lo que aguanta bastante en buenas condiciones. En el caso de que la retires, recuerda que debes hacerlo con mucho mimo. Cada maestrillo tiene su librillo en este asunto, pero una técnica que puede ser útil es doblar bastante la visera, de modo que puedas despegarlo por la parte central cogiéndolo con cuidado por los laterales de la membrana. Espera a que la visera esté completamente seca para volverla a instalar.
Otro de los problemas que debemos atender son los mosquitos e insectos que se incrustan en la visera, sobre todo cuando hacemos muchos kilómetros. Lo ideal es quitarlos antes de que pasen muchos días para evitar que se sequen y cueste mucho más limpiarlos. En el caso de que te haya invadido la pereza y haya pasado bastante tiempo, debes reblandecerlos para no tenerlos que retirar de forma agresiva haciendo más presión de la cuenta. Una forma de conseguirlo es pulverizar con el spray limpiador y dejar actuar unos minutos. Si no dispones de un producto específico, puedes cubrir la visera con un papel mojado y dejarlo pegado un ratito. En apenas unos minutos conseguirás que salgan como si se acabasen de incrustar.
Por último, acuérdate de limpiar el visor interior para el sol en caso de que tu casco lo incorpore.
No vale cualquier producto
Para la calota exterior te aconsejamos un paño de microfibra para impedir que se raye al frotar. Respecto a los productos de limpieza, hay un montón de opciones en el mercado que están pensadas para distintas partes del casco, como son la visera o los interiores, que son muy prácticos a la hora de lavar y desinfectar. Pero tampoco te obsesiones con este tema porque, de no disponer de uno de estos, tenemos otras soluciones con jabones que tienes en casa.
Eso sí, evita los típicos limpiacristales o sprays cargados de productos químicos que puedan resultar corrosivos. Un jabón neutro es una alternativa genial para la limpieza de tu casco. Ya no solo porque es delicado con el propio casco, también piensa en tu piel, que es la que va a estar en contacto directo una vez te lo vuelvas a poner.



Trucos caseros que funcionan
A veces los mosquitos se meten por las entradas de aire o en cualquier ranura que tenga el casco. Una solución es usar un bastoncillo de las orejas, de los que venden en el supermercado, de modo que podrás acceder y retirarlos sin dañar estas partes. En caso de que la punta del bastoncillo sea demasiado ancha y no quepa bien, tenemos otro truco que podéis poner en práctica. Busca el destornillador plano más finito y pequeño que tengas en tu caja de herramientas, cúbrelo con un papel y seguro que así sí que podrás retirar los mosquitos e insectos rebeldes que hayan conseguido llegar más lejos. No hace falta decir que debes hacer este movimiento con muchísimo cuidado.
Para llegar a otras zonas complicadas, podemos usar un cepillo de dientes. Tienen que ser los de pelo más suave que haya. De esta forma podrás limpiar bien las hendiduras que no alcanzas con un trapo, así como otras piezas como son los anclajes laterales donde se encaja la visera.
Otras recomendaciones
Por lo que respecta al almacenaje, guarda tu casco en su funda correspondiente, especialmente si no lo vas a usar en un periodo corto de tiempo, en un lugar fresco y seco en el que evites el contacto directo con el sol o la humedad.
Otro detalle que parece una tontería pero ayuda mucho a evitar que se ensucie, sobre todo haciendo referencia a los interiores, es que trates de no meter los guantes dentro del casco. Es una acción que hacemos a menudo y muchas veces sin darnos cuenta para no dejarlos desperdigados por ahí. Parece una tontería pero, de esta forma, podemos manchar las almohadillas si nuestros guantes tienen porquería o mosquitos, que se pueden acumular en grandes cantidades si llevamos muchos kilómetros encima.
De la misma forma, asegúrate de tener las manos limpias cada vez que lo cojas y te lo ates. Por ejemplo, si has estado haciendo algo de mantenimiento, tienes las manos pringadas de grasa y te pones el casco sin habértela quitado bien. Lo ensuciarás una barbaridad y te costará mucho más lavarlo.