02 Abr Ruta por la Costa de la Muerte: Malpica – Finisterre
GUSTAVO CUERVO
Una de las rutas más impresionantes del siempre fascinante litoral gallego es la denominada Costa de la Muerte entre Malpica de Bergantiños y el cabo Finisterre.
El dramático nombre de esta costa se debe a los numerosos y trágicos naufragios que se han sucedido en este litoral desde tiempos inmemoriales. Los fuertes vientos y corrientes y los traidores rompientes acabaron con numerosos buques de todo tipo y segaron la vida de muchos marineros a lo largo de la historia naval de Europa.
Nuestra ruta en moto rebusca entre pequeñas carreteras locales para acercarse hasta la costa, con sus impresionantes acantilados y las recoletas playas. Por el camino se enlazan pueblos y aldeas, praderías y canchales de rocas, gigantescos y modernos aerogeneradores y pequeños molinos harineros movidos por el agua de los múltiples torrentes y arroyos de esta región. Rutas plagadas de curvas y bosques de inolvidable gastronomía donde acuden a la mesa los productos del mar y de las montañas, todo guisado con esmero en cocinas donde el arte culinario es una tradición. Para descansar, tanto pequeños hoteles rurales como magníficos hoteles de lujo ofrecen una variedad infinita de opciones.
La primavera avanzada, el verano y el principio del otoño son las mejores estaciones para recorrer estos parajes. Se recomienda evitar el invierno, los meses entre noviembre y marzo, pues la entrada continua de frentes de borrasca atlánticos riega con abundantes lluvias y, lo que es peor para disfrutar en moto, con fuertes vientos.
Aquí se indica ruta general con los principales atractivos y desvíos, pero lo ideal es dejarse seducir por las carreteras locales que llevan hasta la costa. Perderse nunca tuvo mejores alicientes.
Arrancamos en el puerto de Malpica de Bergantiños, uno de los puertos de pesca de bajura más importantes de Galicia, que consta de dos muelles, el norte y el sur. En el primero dispone de las casetas profesionales del mar, la fabrica de hielo, el dique de abrigo y la lonja. Ahí se vende el pescado de lunes a viernes desde las 17.00h y después hacen la venta de percebes. Los percebes son otra de las especialidades de la Costa de la Muerte y en muchos de sus pueblos es una fuente importante de recursos. En el muelle sur se reparan y confeccionan las redes y puedes hacer una visita guiada por la asociación de Redeiras O Fieital. Saliendo del conglomerado urbano, la primera recomendación es ir hasta el mirador de San Adrián, el mejor punto accesible por carretera para contemplar las islas Sisargas.
De regreso a la ruta principal, D -4307, en Beo encontramos la primera de las numerosas playas que se descubren a lo largo de esta ruta. Muy cerca, solo separada por unos pequeños rompientes, se encuentra la playa de Seigura desde donde parte otra carretera local que lleva al restaurante de las Garza junto al mar, un buen lugar para dar cuenta de las muchas especialidades marineras de la gastronomía coruñesa. Volvemos al interior para pasar por la playa de Barizo e ir en busca de nuestro primer faro importante, el de Punta Nariga, por una carretera sin salida. En este tramo hay varios miradores señalizados a cortas distancias de las carreteras siguiendo sendas naturales que muestran la singular vegetación de la zona.
Desde aquí, la CP-6801 es la vía principal más cercana a la costa desde donde tomar los desvíos hasta los cabos y las playas por carreteras locales. Niños y Corme son las principales poblaciones. Una preciosa carretera conduce hasta el faro Roncudo, donde también encontrarás cruces que recuerdan a los marineros fallecidos en los terribles naufragios de la zona. Porto do Corme es la población de referencia y allí encontrarás un monumento singular con el que fotografiarte: el monumento al percebe en el jardín del puerto. Esta obra de arte esta elaborada con material reciclado y, en el pedestal, hay una placa con un poema de la escritora local, Diana Varela, y en la parte superior hay una piña de percebes hecha por el carpintero metálico, Mario Abelenda.
La ruta sigue rumbo sur por la carretera principal AC-424, pero hay un buen número de carreteras locales que viajan más cerca de la costa hasta alcanzar Puenteceso en el fondo de la ría a la que también se asoman Aspera, A Carballa y A Telleira. La diferencia de paisajes entre la pleamar y la bajamar en esta ría muestra paisajes muy diferentes, mostrando la riqueza natural de la zona.
Desde As Grelas hasta Laxe, la AC-429 nos lleva a otro rincón singular cerca del faro de Laxe: la playa de los cristales. El mar con su oleaje se encargó de absorber un vertedero y convertir en una playa de cristales multicolor unos cuantos miles de botellas de vidrio de diferentes colores. Este fenómeno de playas de vidrio se ha repetido en diferentes partes del mundo también con origen en vertederos. En España hay otro punto, en Asturias, al sur de Luanco en la playa del Bigaral.
AC-433 es la ruta principal para proseguir. Como todas las carreteras principales, esta viaja por el interior y lo recomendable para seguir con la ruta turística es perderse por el entramado de carreteras locales que surcan los paisajes costeros entre Laxe y Camariñas. En esta accidentada costa encontrarás bellos miradores y buenas panorámicas de la costa. Imprescindible resulta el faro de Cabo Villán con su museo donde se puede admirar la evolución de las linternas fareras y toda su tecnología. Entre Camariñas y el santuario de la Virgen de la Barca, junto a Muxía, se encuentra la profunda ría de Camariñas, la que entra más en tierra de toda la Costa de la Muerte.
Ya solo queda un último tramo antes de llegar a Finisterre que, como en todos los casos anteriores, se puede hacer de forma rápida por el interior por carreteras principales o pegados a la costa, divagando entre rutas e incluso caminos locales llenos de atractivo y en muchos casos sin salida.
Finisterre, el fin de la Tierra de los romanos y también el fin del Camino de Santiago, para los que caminan más allá de la capital compostelana, es uno de los puntos que debe figurar en el catálogo de cualquier motorista español. Alcanzar este extremo del mapa, aunque geográficamente no es el más occidental de la península ibérica ya que corresponde al Cabo de Roca en Portugal, ni tan siquiera es el más extremo de Galicia, ya que corresponde al próximo cabo Touriñán, es una escala muy recomendable en esta ruta por la Costa de la Muerte. Aun así, Finisterre es sin duda el más afamado, turístico y el que tiene mayor atractivo de todos los cabos de Galicia.
Es esta una ruta corta, si enlazas directamente Malpica con Finisterre, apenas cuenta con 70 kilómetros por las carreteras principales. Pero si de verdad quieres conocer la Costa de la Muerte y aunque sea solo alguno de sus múltiples atractivos, necesitarás un largo fin de semana y muchas ganas para disfrutar parando cada pocos kilómetros para asombrarte ante las maravillas naturales de esta atormentada orografía gallega. Si aun quieres más y dispones de una semana, además de buena forma física, la senda pedestre denominada Ruta de los Faros recorre toda la costa muy cerca siempre del agua, transcurriendo entre acantilados, frondosos bosques de helechos, playas… la elección es tuya.