Ruta por la Sierra de Francia y Castilla y León

La Alberca, Salamanca

Ruta por la Sierra de Francia y Castilla y León

GUSTAVO CUERVO

La Peña de Francia, con su monasterio y sus excepcionales panorámicas, es el punto culminante de la llamada Sierra de Francia. Está enclavada al sur de la provincia de Salamanca, rayando con la frontera de la provincia de Cáceres. La ascensión hasta el Pico de la Peña de Francia ya justifica el viaje pero es que, además, los valles y laderas de esta serranía ofrecen al viajero infinidad de pueblos histórico-artísticos donde predomina la arquitectura rural como en los conjuntos urbanos de los pueblos como La Alberca, Mogarraz y Miranda del Castañar. Pocos lugares de España conservan tan bien su fisonomía urbana y cuidan con tanto detalle que la modernidad no devore sus rincones. Nada como perderse con tiempo por estos montes y dejarse sorprender por los pueblos que aparezcan en la ruta.

Vistas Sierra de Francia

 

Partiendo de Salamanca por la CL 510, la primera referencia es Alba de Tormes. El puente sobre el río y el convento de las Carmelitas, punto de peregrinación fundado por Santa Teresa y donde yace su cuerpo bajo el retablo mayor, son sus principales reclamos arquitectónicos. Aunque la autovía Ruta de la Plata es más rápida, resulta más interesante turísticamente la CL 510 que surca la dehesa salmantina hasta Puente del Congosto.

Bejar

Antes de pasar por Bejar, nunca viene mal visitar Guijuelo para hacerse con alguno de los exquisitos jamones y embutidos salmantinos.  Dos leyendas se incrustan en la historia de Bejar, la de los hombres de musgo, que reconquistaron la plaza de manos de los árabes, y la de la Virgen del Castañar, encontrada por unos pastores y que terminó con la epidemia de peste. La Familia Zuñiga (mitad siglo XVI) la vistió con notables edificios y parques como el Palacio Ducal y el Bosque. A poca distancia, la sierra de Candelario levanta los últimos picos antes de que las faldas de la sierra de Gredos se encrespen en la limítrofe provincia de Ávila. Candelario es un conjunto histórico artístico, donde hay que prestar atención al circular por sus calles empedradas en pendiente, sobre todo si están mojadas por lluvias. Visita caminando y con calma alguna de las callejuelas de Candelario y viajarás por el tradicional modo de vida de la montaña salmantina.

Bejar, Salamanca, en moto

 

La Sierra de Salamanca

La ruta continúa desde Bejar, saliendo por la carretera SA 220 penetrando en el fascinante mundo de la sierra salmantina. Hay tantas cosas bellas que hay que resistirse a la tentación de parar en cada pueblo del camino, en cada mirador panorámico y en cada bosque espeso. Miranda del Castañar es fundamental referencia, pero en nuestra ruta también se incluyen Sotoserrano, Riomalo y el puerto de las Batuecas, para lo que hay que pasar unos kilómetros por las Húrdes (Cáceres), con sus sucesivas curvas en horquilla como el camino más largo y ameno hasta La Alberca. Calles empedradas, balconadas, productos artesanos, el tipismo se aferra a cada esquina. Hay que fijarse en los aleros, en las columnas, fuentes, portalones y respirar a fondo el ambiente rural y la arquitectura tradicional. La Plaza Mayor, con su cruz de piedra, el pilón y los edificios consistoriales incluida la cárcel. La iglesia de parroquial del siglo XVIII y a la entrada del pueblo las cruces donde allá por la Edad Media ajusticiaban a los delincuentes. La circulación por el interior del pueblo está restringida a residentes. A solo 8 km está Mogarraz, donde a la belleza tradicional del pueblo se suman las fotografías de sus antepasados decorando las fachadas.

 

La Alberca, Salamanca

 

La Peña de Francia

Tras el paseo por este bellísimo pueblo montañés, se asciende a la Peña de Francia para contemplar infinitas panorámicas de las llanas tierras de Salamanca y las abruptas de Cáceres.  Los días soleados del otoño son, para aficionados a la fotografía, los mejores momentos para captar sus instantáneas.

No hay mejor descenso de este nido de águilas que la carretera que desde el Paso de los Lobos baja por Monsagro y Serradilla del Arroyo, en busca de la ilustre Ciudad Rodrigo. Algún ilustre viajero extranjero la calificó como «joya en la que los españoles no han reparado». Las completas murallas que rodean toda la villa atestiguan su carácter de ciudad frontera. Ciudad Rodrigo reúne un valioso catálogo arquitectónico: Palacio de Montarco del XVI, el Palacio Moctezuma, Palacio de Altares o Casa del Príncipe, o de los Infantes y el Ayuntamiento. Pero el edificio más carismático de Ciudad Rodrigo es, sin duda, el Palacio castillo de Enrique II convertido en Parador de Turismo.

 

Ciudad Rodrigo en moto

Quedan así unidos los puntos más interesantes de la sierra. De principio a fin la ruta serpentea por las montañas y la variedad de trazado de las curvas, sus diferentes pendientes, los paisajes y los pueblos por los que va pasando seducen al viajero.