Tipos de caballete para tu moto

Tipos de caballete para tu moto

JUDIT FLORENSA

El caballete es un instrumento que aconsejamos tener a todo motero. Tendemos a asociar su uso al mundo de la competición y a los circuitos, pero lo cierto es que son múltiples las ocasiones en las que te puede resultar de utilidad, ya que permite elevarla y mantenerla estable en caso de que tengas que hacer distintos trabajos.

Si eres de los que disfrutan trasteando su moto o bien te encargas de cuestiones como el mantenimiento o alguna reparación, no te puede faltar uno. La moto permanece firme y en una posición más práctica y adecuada para poder intervenir, como por ejemplo para hacer un cambio de aceite o de ruedas, un ajuste de cadena o una limpieza profunda.

También es interesante su uso si tu moto permanece estacionada durante mucho tiempo en un mismo lugar. En este caso, recomendamos moverla de vez en cuando o bien optar por un caballete para evitar que la rueda se deforme en la zona en contacto con el suelo por estar en esa misma posición de forma prolongada. Y, como hemos comentado al principio, si eres de los que frecuenta los circuitos, nada mejor que un caballete para sostenerla entre tanda y tanda.

¿Qué tipo de caballetes hay?
Podríamos dividir la oferta entre centrales, laterales, delanteros y traseros aunque, dentro de cada grupo, podemos establecer subclasificaciones.

Central: Es el que levanta la moto por la parte media inferior y permite elevar la rueda delantera y la trasera. Algunas motos lo incorporan de serie, pero en muchas otras es un accesorio que puedes añadir. También podríamos diferenciarlos entre los que equipan las motos o bien los externos. Este último es un tipo de caballete se usa mucho en el mundo del off road y los puedes encontrar de distintas formas, materiales, robustez y calidad.

Lateral: Es el que montan mayoritariamente las motos de calle y el que requiere menos esfuerzo a la hora de ponerlo. Sacas la pata lateral y la reclinas para que la base se apuntale en el suelo. Si quieres ampliar la superficie de apoyo, puedes añadir una extensión de caballete y, si tienes una moto de campo, puedes decantarte por uno externo de tipo triángulo, que es una opción muy práctica, ligera y asequible.

Delanteros: Elevan el tren delantero y tienen el punto de apoyo y sujeción en la horquilla o en la tija de dirección. Los primeros se encajan en la cavidad que hay en la parte inferior de las botellas de suspensión, mientras que los segundos son los que tienen un brazo central que acomoda la moto desde la base de la tija de dirección en lugar de una barra en cada lado de la horquilla.

Traseros: Dentro de esta categoría encontramos distintos tipos de anclaje. Por un lado, los que montan adaptadores en forma de L sobre los que reposa el basculante. Y, por el otro, los de tipo ‘mariposa’ o en V para aquellas motos que cuentan con diábolos. Ambos permiten una fijación muy firme y segura. Para las motos con basculante monobrazo también existen los caballetes específicos, que suelen estar pensados para levantar la moto desde el buje de la rueda. En este caso, debes prestar atención para asegurarte de que es compatible con tu modelo en concreto y si lo necesitas para la parte derecha o la izquierda.

 

Otros detalles importantes:

Los materiales más habituales son el acero inoxidable, el hierro o el aluminio, por lo que la robustez, el peso e incluso la resistencia a la corrosión variarán en función del que elijas.

Los hay que son de una única pieza, que tienen una mayor rigidez, o los que vienen desmontados. En este caso, deberás ensamblar los tubos siguiendo a pies juntillas las indicaciones del fabricante. A menudo estos caballetes cuentan con ruedas, bien sean de plástico o de goma y resultan bastante útiles porque permiten una mayor movilidad y facilita ciertas maniobras.

 

Otro aspecto a tener en cuenta es que en muchas ocasiones vienen con diferentes soportes o adaptadores para que puedas usar el caballete con distintos tipos de moto. Asimismo, es importante que prestes atención al margen de apertura porque tienen un máximo y para algunos modelos de motocicleta muy concretos probablemente necesites una anchura extra, incluso superando los 55 centímetros.

Por último, el precio de un caballete puede ser muy distinto según el modelo por el que te decantes. Puedes encontrar los más sencillos, como los de tipo triángulo para motos de off road, por 12 ó 15 euros. La cifra puede ascender hasta los 150 euros en el caso, por ejemplo, de añadir un caballete central a modo de accesorio o bien nos podemos ir a los 200 euros o más cuando se trata de alguno pensado para el mundo de la competición y fabricado en aluminio.

Terminamos con una recomendación y es que, elijas el que elijas, trates de ponerlo en una superficie lo más plana posible para que se mantenga estable y evitar, así, cualquier percance.