24 Jul Turismo por Navarra
GUSTAVO CUERVO
En esta ruta vamos a conocer la variedad fascinante de la Comunidad Foral de Navarra. Desde las altas montañas pirenaicas y sus singulares valles con el siempre notable Camino de Santiago, a los llanos donde los castillos se adueñan de los horizontes. Por el camino encontraremos muchas curvas, desfiladeros, coloridos campos de labor y pueblos medievales, todo unido por magnificas carreteras y todo envuelto en leyendas de su milenaria historia.
Pamplona, la capital de Navarra, es punto de origen y fin de esta ruta que empieza viajando hacia el norte por la N-135. Pasado Zubiri encontramos el primer tramo de curvas. Virajes enlazados y hasta dos curvas de horquilla llevan hasta el paso de Erro. En el descenso hacia la travesía del pueblo, atención a la velocidad limitada y vigilada. Estamos en pleno Camino de Santiago, que seguimos en sentido opuesto al de los peregrinos enlazando sucesivamente las poblaciones de Viscarrret, Espinal y Burguete antes de alcanzar la famosa parada de Roncesvalles.
Hito fundamental del Camino de Santiago, de la historia del reino de Navarra y el acontecer histórico de todos los Pirineos occidentales. Aquí se sitúa la famosa derrota de Carlomagno durante el siglo VIII. El cantar de Roldán, una obra fundamental de la literatura francesa escrita en el siglo XI, narra envueltas en leyendas la derrota del rey francés en estas tierras por los vascones, aunque en la literatura se atribuye a los sarracenos. Como quiera que fuere son infinitas las leyendas que con mayor o menor base histórica se suceden en toda la ruta, asaltando al viajero en cualquier rincón de los muchos pueblos medievales que enlazamos a lo largo de esta ruta. Aquí en Roncesvalles también encontrarás las cadenas que se supone son las que figuran en su escudo y bandera. Déjate atrapar por las múltiples historias y leyendas de uno de los rincones de España con mayor concentración de sucesos históricos.
Seguimos la ruta en moto con la ascensión hacia el norte, que es muy corta, y rápidamente se alcanza la cima donde se encuentra la iglesia de San Salvador de Ibañeta. Aquí nace una carretera local sin salida que te mostrará alguna de las mejores vistas del pirineo Navarro. La NA-2033 que parte de la misma iglesia, asfaltada pero estrecha y rota en algunos tramos, viaja por la cuerda de las montañas entre praderías donde pastan ovejas y vacas en libertad y encontrarás paisajes espectaculares hasta alcanzar un mojón geodésico del pico Ortzanzurieta. Es una carretera sin salida, pasando por el alto de Lepoeder, con su singular monumento, pero es de esos rincones del mapa donde todo el que llega recomienda a sus amigos. Las vistas son impresionantes. A ambos lados de la cordillera hay panorámicas espectaculares, especialmente sobre el valle de Aézcoa.
De regreso a la carretera principal comienza un largo descenso hasta Francia. Largo, muy largo, con continuas curvas enlazadas que obligan a aplicarse con los frenos. En estos largos descensos es conveniente no abusar de los frenos y utilizar el freno moto. En motos pesadas y cargadas, especialmente con acompañante y equipaje, utilizar mucho el freno trasero no permite enfriarse correctamente el disco con lo que se sobrecalienta el líquido y es relativamente fácil quedarse sin frenos en la parte trasera. Aunque en el tren delantero es más difícil, pues normalmente son dos que distribuyen la carga y además se enfrían mejor con la marcha, también puede suceder si abusas durante muchas frenadas seguidas. Este puerto es de los que te enseñaran a bajar con freno motor. Son 17 km desde la iglesia de la cima hasta la frontera en Arneguy, la mitad junto al rio Luzaide que es el que marca el limite entre ambos países. En Arneguy, la antigua frontera y poco más adelante Sant Jean de Pied de Port, uno de los pueblos franceses más simbólicos del Camino de Santiago.
Para regresar a España lo más rápido, pero no exento de magníficos paisajes y muchísimas curvas, es seguir la D-18 pasando por Lecumberri. Son los 35 km más solitarios y espectaculares de toda la ruta por D-19 en territorio francés donde descubrirás los Col de Haltza, Col de Burdinkurutzeta y Col de Bagargiak. Muchas curvas de ruta local atrapada en la inmensidad de las montañas y ni un solo pueblo hacen sentirte plenamente inmerso en la fastuosa naturaleza pirenaica. Al alcanzar Larrau, la carretera se hace más amplia y transitada al entroncar con D-26, parece que vuelves a una cordillera más humana. En Larrau de nuevo se asciende durante 12 km hasta el puerto de su nombre. Este tramo se hizo famoso en el verano del año 1996 cuando el hasta entonces imbatible ciclista Miguel Induráin cedió en esta subida muchos minutos a los lideres del Tour de Francia.
Las siguientes referencias del rutómetro son Isaba y el valle de Roncal. Preciosas carreteras de montaña donde disfrutar en primavera, verano y otoño es una gozada. Solo el invierno puede mantener algunos tramos cortados por nieve y hielo permanentes en las umbrías. El valle del Roncal es el más oriental de los navarros y tiene como cada uno su propia cultura propiciada por sus aislamientos seculares. Nuestra ruta recomendada vuelve a una travesía muy sinuosa desde Burgui a Navascués por NA 214.
Lo siguiente son las asombrosas hoces o foces, desfiladeros de Arbayun y Lumbier. Del primero tienes una excelente vista panorámica desde la misma carretera NA-178 en el mirador de Iso. De la Hoz de Lumbier lo mejor es entrar hasta el aparcamiento de motos en la misma boca de entrada a la hoz. En temporada alta hay que pagar una pequeña cuota junto al punto de información donde hay un merendero y servicios públicos. Es una reserva natural desde 1987, tiene un sencillo camino donde disfrutar de sus paredes verticales y el vuelo de los buitres sobre tu cabeza con el río a los pies.
Desde aquí la ruta cruza la autovía A21 y viaja hacia terrenos más llanos donde proliferan los castillos y los pueblos medievales de larga historia. Sangüesa, y el castillo de Javier son dos de las referencias fundamentales, en el segundo podrás tomar fotografías frente a uno de los castillos que ofrece la imagen más típica de los mismos. Las murallas y su torre son un perfecto ejemplo de castillo medieval que fue donde nació San Javier patrón de Navarra. Más al sur Olite, Carcastillo San Martin de Unx y Artajona uno de los pueblos con las murallas más completas de todos cuantos hay en España. El Cerco de Artajona, un recinto amurallado del siglo XII con nueve torres almenadas, encierra por completo el pueblo y se puede recorrer caminando al igual que subir al singular tejado invertido único en el mundo de la iglesia fortaleza de San Saturnino.
Enlazar todos estos pueblos medievales de Navarra requiere tiempo y ganas de bajar cada pocos kilómetros de la moto para deambular por sus callejuelas y para descansar. Esta es la otra cara de Navarra, que completa un viaje para el que necesitarás todo un fin de semana si quieres conocer todos sus secretos y encantos.