10 Ene Ruta en moto por Tenerife
GUSTAVO CUERVO
Las Islas Canarias son uno de los territorios españoles más increíblemente bellos para rodar en motocicleta. Siempre he pensado que, si este archipiélago perteneciera a los Estados Unidos de Norteamérica, con su excelente marketing, serían mucho más conocidas y apreciadas, incluso más que Hawaii. Si nunca has rodado por las carreteras canarias, no sabes lo que te pierdes. Hay una variedad de rutas y un tamaño más que suficiente, en las islas grandes, para dedicarles varios días y recorrer cientos de kilómetros cada jornada.
Para llegar hasta la isla de Tenerife puedes hacerlo con tu moto embarcando en Cádiz o Huelva y realizando una travesía de unas 40 horas, hasta llegar al puerto de Santa Cruz. Más rápido y cómodo es alquilar una moto en Tenerife, por ejemplo, en Café Motorbike Los Cristianos.
Tenerife tiene dos aeropuertos. El más antiguo, denominado Los Rodeos, está prácticamente en el núcleo urbano de Santa Cruz. Por otro lado, el aeropuerto Sur, Reina Sofía, es donde llegan la mayoría de los turistas de todos los destinos europeos en busca del sol y los múltiples atractivos de esta isla canaria. Vamos a describir una ruta que recoge gran parte, que no todas, de las mejores carreteras para disfrutar montando en moto en la isla de Tenerife. Trazamos un viaje en forma de ‘Z’ que puede comenzar en la capital, Santa Cruz de Tenerife, o en el sur, en Los Cristianos o Playa de las Américas, y que, naturalmente, se puede hacer en ambos sentidos indistintamente.
Partiendo de Santa Cruz, la ruta primero pasa por San Cristóbal de la Laguna declarada en 1999 por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad al ser ejemplo de ciudad colonial no amurallada. Edificios civiles y religiosos componen un agradable conjunto en el que pasear con calma. Ya en ruta, un tramo de autopista de 28 km lleva hasta La Orotava, desde donde se puede ascender hacia las Cañadas del Teide en un tramo muy atractivo y que transita durante bastantes kilómetros por la corona forestal. Este cinturón boscoso que circunda toda la isla a media altura requiere varias atenciones. La primera es la temperatura, que baja drásticamente con la altitud. Dentro de este bosque puede disminuir hasta por debajo de los 10 grados centígrados, es decir, habitualmente un descenso de más de 10 grados con respecto a la costa. No salgas de la costa para ascender hacia el Teide sin chaqueta, guantes e incluso pantalón de moto y botas. Además, con la protección adecuada, también superarás mucho mejor el frío. Ve preparado para rodar durante unos cuantos kilómetros dentro de la niebla, a veces muy espesa. Y la última precaución es con las agujas de los pinos. Hay zonas donde solo deberás circular por las trazadas sin agujas que han dejado el paso de los automóviles.
La ruta principal, si no asciendes aún hacia el Teide, continúa por la autopista hasta Icod de los Vinos, donde podrás admirar un árbol muy singular: el drago milenario. Aunque se estima que tiene 800 años, es uno de los seres vivos más longevos del mundo. Mide 16 metros de altura y 20 de diámetro, tiene unas 300 ramas y pesa unas 80 toneladas. Sin duda, un espécimen que justifica por sí solo la parada en esta ciudad norteña de Tenerife. A continuación, se deja la autopista para continuar por la TF-42, que pasa por Garachico, con sus piscinas naturales en la costa, y alcanza Buenavista del Norte. Aquí empieza uno de los tramos más espectaculares y técnicos de la isla.
Son 22 km los que separan Buenavista del Norte de Santiago del Teide, para los que necesitarás casi una hora sin paradas, lo que dice todo del trazado de esta ruta. Curvas lentas o superlentas, con pronunciadas horquillas, a lo largo de un paisaje espectacular de barrancos y agudos picos que hunden su base en el océano. Un tramo de 10 para cualquier amante de los paisajes espectaculares.
La ruta sigue un corto tramo de autopista de apenas ocho kilómetros y, en Chío se toma la TF-38, que es una ascensión de 32 kilómetros con menos curvas hacia las Cañadas del Teide de todas las posibles. Menos curvas no quiere decir paisajes menos impresionantes ni miradores menos espectaculares, como el de Los Poleos y, más adelante, el Mirador de las Narices del Teide. Este tramo es donde más claro podrás comprobar cómo la carretera está trazada directamente sobre las cordadas de lavas. En especial, el último tramo hasta el cruce con la TF-21 es muy recto y uno de los mejores lugares para comprobar las dimensiones de los ríos solidificados de lavas que expulsó el majestuoso Teide, que verás siempre dominando el paisaje.
En el enlace con la TF-21 se toma dirección norte para atravesar las Cañadas del Teide, empezando por el prodigioso paisaje del Llano de Ucanca, para muchos la mejor vista del Teide, con formaciones rocosas singulares. El tramo entre el Llano de Ucanca y el cruce con la TF-24, en Portillo Alto, atraviesa por su centro las Cañadas del Teide. Las referencias fundamentales son el Mirador de la Ruleta, sobre los roques de García, y justo frente al Parador de Turismo, y el acceso hacia el teleférico que sube al Teide. Lo más recomendable es hacer este tramo a primera hora de la mañana o última de la tarde, pues la concentración de turistas es alta durante todo el día, en especial en los puntos de referencia. Atención especial a la circulación de turistas con automóviles de alquiler, que pueden detenerse o girar repentinamente. Más solitaria es la TF-24, que lleva hasta los observatorios astronómicos (pequeño desvío) y, más adelante, hasta La Esperanza, en uno de los recorridos más magníficos de la isla. Allí hay varios miradores y es uno de los recorridos preferidos de los motoristas locales por la cantidad y calidad de sus curvas a/o desde La Esperanza.
En muchos lugares de este tramo se puede ver el mar de nubes. Para descender de estas altitudes deberás atravesar las nubes, en forma de nieblas que se agarran a la corona forestal; ya sabes, más fresco y con escasa visibilidad. Otro tramo muy recomendable es el descenso hacia Arafo y la costa, con muchas horquillas y fuertes pendientes en ocasiones.
Para finalizar el recorrido en Los Cristianos hay dos vías posibles: la rápida autopista o la TF-28 que surca la isla a mitad de ladera con infinitas curvas y numerosas travesías de los pueblos que se agarran a la pendiente. Finalizamos en las divertidas y animadas poblaciones de Los Cristianos, Playa de las Américas o Costa Adeje, esta ruta, que no incluye más que una parte de las variadas carreteras que puedes seguir por la más grande en extensión de las Islas Canarias. En resumen, Tenerife es una isla absolutamente increíble para recorrer en moto, con la seguridad de que tomes la carretera que tomes, te sorprenderá. “Te inflarás” a tomar curvas y llenará tu memoria de magníficas imágenes. Un auténtico paraíso.